Año 650 DC. Europa languidece en la Edad Media; Londres no es más que un pestilente revoltijo de chozas de madera. Mientras, en el otro lado del mundo, brotando de las entrañas de los bosques tropicales de América Central, las altísimas pirámides de piedra, las concurridas plazas, los campos de pelota y los majestuosos templos de los antiguos Mayas proporcionan la evidencia material de las conquistas de una civilización de deslumbrante poder y sofisticación. ¿Qué fue lo que estrechó los vínculos entre sus prohombres y la compleja sociedad Maya de señores sacerdotes-reyes, eruditos y guerreros?. ¿Cómo mantuvo la élite reinante la lealtad de su pueblo, haciendo posible el desarrollo de una cultura, que a su manera hizo tantas innovaciones extraordinarias, como el sistema de escritura más complejo del nuevo mundo, asombrosas complejidades matemáticas y cálculos astronómicos que aún nos continúan asombrando?.
