La salamandra es un curioso anfibio cuyos ancestros prehistóricos nadaban en las aguas del planeta antes de que los grandes dinosaurios dominaran la tierra. Su cuerpo y su cola son alargados; sus cuatro extremidades cortas y gruesas; su cabeza casi tan ancha como larga y su morro redondeado. La piel de las salamandras es de colar negro, brillante y lisa pero surcada de manchas irregulares que dependiendo de la zona geográfica presentan diferentes colores y formas. Son animales de costumbres principalmente nocturnas que viven en zonas forestales, riberas o laderas poco luminosas pero cercanas al agua o suficientemente húmedas como huertas o pinares donde abunden los líquenes. Siempre huyen de los lugares secos y por el día permanecen ocultas entre las rocas o en pequeñas cuevas naturales donde se resguardan del sol abrasador. Durante los meses de acuciante calor y los extremadamente fríos permanecen aletargadas.