Octubre de 2005 otro huracán se sumaba a la larga lista de tormentas mortíferas, los expertos lo bautizaron "El Monstruo", por una buena razón, el Huracan Wilma que golpeó violentamente a México y luego a Florida era el más intenso que se hubiera confirmado en la cuenca del atlántico, era parte de una de las temporadas de huracanes más activas, esta última incluyó a huracanes como el Katrina y Rita que devastaron toda la extensión del Golfo de México. Los mexicanos del golfo y de la península del Yucatán huyeron como pudieron, pero la mayoría quedó varada allí. ¿Podrían ser estas tormentas y la devastación sufrida por la península del Yucatán y Nueva Orleans ejemplos modernos de un fenómeno que causó estragos en las antiguas culturas de mesoamérica? Un cientíco norteamericano en Veracruz (México) opina que si. Él cree que estas enormes inundaciones cíclicas o lo que el llama megainundaciones llevaron a la desaparición de avazadas culturas que alguna vez florecieron a lo largo del Golfo de México y sus atrora populosas ciudades quedaron abandonadas en los confines de la historia. En 1999, él y su equipo, experimentaron en carne propia la devastación causada por una megainundación y casi perdieron la vida, esta tragedia brindó una nueva perspectiva al Dr Jeffrey Wilkerson, ecologista cultural y arqueologo que estudia desde hace 40 años como las inundaciones afectaron a las civilizaciones de la costa del Golfo, siendo un joven científico, cautivó su imaginación el vibrante pasado de mesoamérica, el área de elevado desarrollo cultural del México precolombino de América central, desde entonces ha documentado la cronología de la actividad humana del lugar extendiendose 8000 años en el pasado e intenta comprender lo que sucedió en la costa del Golfo, para él una de las respuestas clave está en el agua.
